Lourdes Camps

Los disturbios ocurridos en el barrio de Gracia de Barcelona durante varios días, en los que grupos vandálicos han destrozado todo lo que se les ponía por delante, coches escaparates, contenedores, camiones de la limpieza, mobiliario urbano, son en gran parte consecuencia de la permisividad por parte del gobierno de la ciudad. Actuación ya de por sí cuestionable cuando el balance es de 20 agentes del orden que han resultado lesionados, frente a un sólo detenido. Es evidente que la actuación de los agentes no ha sido proporcional a las acciones delictivas cometidas. Agresiones de esas dimensiones no pueden ni disculparse ni pasarse por alto. Sienta precedente como lo estamos comprobando pues no es la primera vez. Luego criticamos la violencia en las películas porque perjudican a niños y no tan niños que se acostumbran a ello. Pues mucho más si lo ven en la realidad y encima los delincuentes quedan impunes. ¿ Dónde está la autoridad que debe marcar los límites para una buena convivencia?