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Tiempos de pasión

»Han pasado en cuestión de horas a presentar al leonés como el mejor candidato para presidir el partido en las nueve provincias a advertir que no representa la mejor opción para dirigir el partido, ni siquiera en la provincia de León.

 

 

Este año alumbra la Semana Santa con un cielo despejado y el astro haciéndose notar, suave y cálido, en el ánimo de todos. Brilla el cielo y redoblan los tambores, retumban las cornetas, toman las calles crucificados y dolorosas en sus tronos floridos pujados por cientos de cofrades. En León la Semana Santa se vive con pasión. Ansiosos, miles de hermanos aguardan durante todo el año estas fechas y cuando llegan se transforman, se les dispara la adrenalina y consiguen llenar de colorido, música y fervor los pueblos y ciudades de la provincia, empezando por la propia capital. Para ellos y para sus familias no hay otra cosa más importante ni otro tema de conversación: las cofradías, los pasos, las bandas, la imaginería, el momento de procesionar. Pero León en todas sus vertientes es tierra de contrastes y de matices, y al lado de quienes conciben la Semana Santa de la manera más tradicional, que ni siquiera significa más devota, conviven los que la disfrutan desde otro tipo de prisma. Porque esta es la tierra de la diversidad en sus comarcas, de foros y ofertas, de debates continuados. Es la cuna del parlamentarismo, bien que les pese a Mañueco y a Puigdemont aunque no han sido contestados con la misma intensidad uno y otro, puede que porque algunos sean tan dados a envalentonarse frente al que les queda lejos como a amilanarse cuando tienen enfrente a su interlocutor. La Semana Santa se viste de papones de mil cofradías, de limonadas que matan judíos, de chapas adineradas con las que no pudo ni el franquismo, de torrijas, de bacalao, de manifestaciones religiosas, de manifestaciones profanas y de genarines que procesionan su devoción por el orujo.

Son tiempos de pasión ante el terror, como lo demuestran los últimos atentados en Estocolmo y en Egipto. Los egipcios son un pueblo que se esfuerza porque el visitante se lleve un buen recuerdo de su país, que vaya hablando bien de esas tierras cargadas de historia, de faraones, de templos y de dioses, que a su regreso anime al mundo a conocerles. Un país bañado por el río más largo del mundo, o eso se creía hasta que las mediciones modernas otorgaron tal honor al Amazonas. El Nilo es un canto a la vida en mitad del desierto, una maravilla que a nadie deja indiferente, una fuerza magnética que invita a empatizar con sus lugareños y a compartir la panorámica con los compañeros de viaje. Las muertes provocadas por los terroristas constituyen un despropósito, pero también lo es el hecho de que por culpa de un puñado de fanáticos el turismo se resienta, y con él buena parte del futuro de miles de hogares egipcios.

Vía Crucis

Vía Crucis es, aunque de otro tipo, el que atraviesa León maniatado a Castilla. Los presupuestos del Estado de Rajoy para el presente ejercicio meten un tijeretazo del 40% a las inversiones previstas para esta tierra. León es la provincia que más sufre los recortes de toda la autonomía. Unos tijeretazos que destapan las vergüenzas de un gobierno (y de sus palmeros, Ciudadanos) cuando afirma que lo peor de la crisis ha pasado, que la recesión es historia, que en este ejercicio se va a batir un récord de recaudación y, al mismo tiempo, reduce las inversiones para León a niveles de hace quince años cuando gobernaba José María Aznar.

Pero en este tiempo de pasión, si hay que buscar a un eccehomo político, ese sería sin duda el alcalde de la capital. Es frecuente que la política aflore lo peor del individuo: sus ambiciones desmedidas, el juego sucio, el afán de medrar, las maniobras inconfesables, la capacidad de traicionar, de engañar, de noquear a quien le dedicas cada día la mejor de las lisonjas. Pocas veces se ha repetido tan a menudo la palabra amistad como en los últimos días, y en menos ocasiones aún se ha comprobado la vacuidad con que se pronuncia. Opino que la política, entre compañeros de una misma formación, no es el mejor lugar para hacer amigos y sí para perderlos. Tal vez por eso duelen más las felonías, las bajezas, las filtraciones interesadas de los supervivientes eternos del sillón, auténticos profesionales del juego sucio, el cambio continuado de lealtades, las cuchilladas por la espalda. Un millón de veces son preferibles las puyas del adversario, más elegantes y previsibles, que las cuñas de la propia madera. En los últimos días los leoneses hemos presenciado cómo algunos, demasiados, han hecho la cama a su amigo y compañero. Amigos y compañeros, (¿amigos?, ¿compañeros?), que han pasado en cuestión de horas a presentar al leonés como el mejor candidato para presidir el partido en las nueve provincias (y se supone que también para presidir el gobierno de la comunidad) a advertir que no representa la mejor opción para dirigir el partido, ni siquiera en la provincia de León. Se repite la historia de Judas y las treinta monedas en su versión más descarnada. Qué nivel, Maribel.

Al otro lado del escenario político, el PSOE aguarda temeroso a que concluya esta Semana Santa. A partir de entonces, para sus militantes, comenzará un muy particular vía crucis, cuyo final resulta imprevisible. Todavía quedan dos años para las próximas elecciones municipales y autonómicas, pero son muchos los alcaldes, procuradores y diputados provinciales de todos los colores que se juegan su futuro político (y económico) en las próximas fechas. Así que en este tiempo de pasión, los supervivientes políticos, aquellos que se aferran al sillón y justifican los medios con tal de alcanzar tal fin, se darán una tregua: se ocuparan más de las procesiones que recorren las calles leonesas que de las procesiones que van por dentro de cada uno de ellos.

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Otro punto de vista de la actualidad por Luis Herrero Rubinat