El tiempo pone cada uno en su sitio, aunque es veleidoso y lo hace solamente cuando él quiere. Y como el dios Crono peca de extemporáneo, conviene en cada momento recordarle de quién y de qué toca hablar. En lo que se refiere a la política, que es el tema que ahora más nos preocupa, creo que es tiempo de mentar a un personaje que fue ejemplarizante por su buen talante a la hora de negociar. Este fue el ex presidente Rodríguez Zapatero. A pesar de los errores que pudiera haber cometido durante su mandato, es de justicia poética que España por fin le reconozca la habilidad que tenía para llegar a acuerdos. Sobre todo en estos tiempos de tanta agitación, en los que la soberbia y la acritud de nuestros dirigentes nos impide avanzar. Incapaces todos ellos de entender que negociar es ceder y que esto sólo se consigue sin egoísmos y con buen talante. España necesita en estos momentos personas con mano izquierda, algo así como alter egos del señor Zapatero que estén sentados en cada una de las mesas negociadoras para que se pueda desbloquear la  situación actual. De lo contrario, nada va a cambiar.