Es imposible equivocarse siempre, pero algún truco debe tener la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para poder hacerlo. En cada decisión que toma se equivoca. Esta vez a la alcaldesa le ha tocado decidir sobre fútbol. Los amantes de este deporte le están pidiendo que ponga en algunos puntos de Barcelona pantallas gigantes para poder seguir los partidos de la selección española en la Eurocopa. Será en junio. Cualquier otro alcalde se hubiera puesto de ipso facto a recaudar fondos para poder realizar a lo grande este evento, y atraer si cabe a más turistas. Pero nombrar la selección ‘española’ a una mujer que sufre de hispanofobia es como nombrar la soga en casa del ahorcado, y la respuesta que ha dado Colau ha sido «no». ¿Qué excusa ha puesto? Dice que se alteraría el descanso vecinal, el orden público y tal. Pero en realidad creo que su negativa se debe  más bien por evitar que le dé un «yuyu», pues de seguro que se pondría con 20/12 de tensión si ve plasmas gigantes en La plaza de Cataluña con miles de seguidores barceloneses en frente gritando « ¡España, España!» ¡Y eso sí que no!… Aunque, digo yo, que si a los hinchas se les pide que griten « ¡Viva la Roja!» bien podría salir ella saludando desde su balcón, ¿no?, y así todos contentos. Es republicana* confesa. No lo digo yo.