En 1930 el Daily Mirror titulaba: Fog in the Channel: Continent cut off; lo que podría traducirse como: niebla en el Canal: el continente está aislado. Esto es lo que ocurre cuando se vive en una isla que vive bajo un techo de grises nubarrones y nieblas abundantes, en definitiva un clima poco acogedor, capaz de paralizar la actividad en el “continente”.
Mi primer recuerdo al llegar a Gatwick en el año 1988 fue un cielo gris y una temperatura desapacible. Ojiplático, sentí una mezcla de asombro y temor ante lo desconocido. Mi primer pensamiento fue: lo logré, ya estoy aquí, en este lugar de cuento de hadas, de caballeros y magos, príncipes e ídolos del pop, el lugar donde nació la revolución industrial, el césped de Wimbledon, el Parlamento y el punk. Desorientado y confuso, lo que es natural en esta adorable “isla”: se conduce por la izquierda y el gobierno -también el religioso- reside en una Reina, una “isla” en la que sobre cualquier comida se vierte gravy (una especie de jugo de carne) o custard (algo similar a las natillas). Y por supuesto la comunicación oral en la isla es en …, sí, exactamente, en inglés, inglés y nada más que inglés, por todas partes. Al llegar a la “isla” descubrí que los británicos no son todos rubios, delgados y altos, tienen tamaños, formas y colores diferentes, eso sí, hay un detalle que les caracteriza: siempre creen que el tiempo va a cambiar a lo largo del día y que la niebla desaparecerá.
El próximo 23 de junio, los británicos votarán su salida de la Unión Europea (brexit). La mayoría de los británicos no se consideran europeos. La isla ha visto siempre a Europa como una vecina, lo mismo ocurre en su comportamiento diario, evitan, en lo posible, a sus vecinos. Si quieren saber si el continente estará aislado el próximo 23 de junio, no se fíen de las encuestas, fíense de las casas de apuestas británicas, mucho más fiables.
Santos Rodríguez