Cuando saludamos a un Brit lo más inteligente es mantener las distancias. No debemos mostrarnos muy cariñosos, no podremos manifestar una excesiva intimidad para la cual no estamos preparados en nuestro primer acercamiento a un anglosajón. Algunas culturas besan dos, incluso tres veces y abrazan de una manera exagerada, algunas culturas golpean el hombro de una forma que será posible provocar la dislocación del homóplato. Evitemos esto en la Gran Bretaña, nos podrían malinterpretar, podrían apreciar un exceso de cariño no justificado o incluso un posible intento de agresión.

La manera correcta de saludar a un Brit por primera vez, es ofrecerle nuestra mano, no la mano entera, un poquito más que la yema de nuestros dedos suele ser suficiente. Agitaremos la mano de arriba hacia abajo no más de tres veces, no agarraremos a nuestro recién conocido por el brazo, ni con suavidad ni con firmeza y muchísimo menos le golpearemos en el hombro (recuérdese los riesgos en el párrafo anterior), ¡qué poco British tanto tocamiento!. Para despedirnos, el procedimiento es idéntico, si acaso añadiremos un par de sacudidas más hacia arriba y hacia abajo como muestra de amistad y del nuevo vínculo que hemos establecido.

 No está permitido dar uno, dos o tres besos, no es necesario decir aquello de … en mi país siempre besamos, no, no es necesario. No seamos ordinarios. Solo una excepción podemos besar a esas adorables señoras mayores de pómulos sonrosados y tez blancuzca. Es más, estas señoras suelen acercar su cara como muestra de esperar nuestro codiciado beso. Si esta situación se produce nos acercaremos al lado izquierdo de su cara, siempre el izquierdo, besaremos al aire a medio centímetro exactamente de su mejilla. Jamás, JAMÁS he dicho, tocaremos la mejilla con nuestros labios.

Cómo saludar a Queen Elizabeth II  merece otro artículo.